En la antigua capital japonesa hay un distrito muy especial, Se trata de Gion, donde viven las pocas geishas y maykos (aprendices) que aún subsisten. Las Geishas son una casta de mujeres particularmente elegidas, que cultivan el arte de la conversación, la música, la poesía, los juegos de azar, literatura, la ikebana, la ceremonia del té... De hecho, la palabra geisha se traduce como obra de arte, son obras de artes vivientes.
Gion se extiende al margen del río Kamogawa, y fue floreciendo desde la Edad Media alrededor del templo de Yasaka. El teatro japonés, el Kabuki, ha nacido también aquí, por lo que es fácil descubrir la importancia de Gion en la cultura nipona. Por toda la zona proliferan las Ochayas, o casas de té, donde podemos beber la milenaria infusión a la manera ritual de los japoneses. También hay un sector comercial, donde se puede pasar un día de compras.
Durante el mes de julio se desarrolla el Festival de Gion, una ceremonia que se practica desde hace unos mil años, surgida durante una epidemia para implorar a los dioses que la aleje. Es una fiesta de desfiles, danzas y carros alegóricos.
Con respecto a las geishas, hay una idea equivocada, que indicaría que Gion es una “zona roja”. Nada más alejado de la realidad: las geishas son muy respetadas y veneradas, y son una parte tan importante de la cultura del Japón, que el distrito ha sido declarado histórico nacional.
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