miércoles, 27 de julio de 2011

Templo Todaiji. Nara.




Todaiji (Gran templo del oriente del este) es uno de los más famosos e históricamente significativos de Japón y es punto de referencia de Nara.
Todaiji fue construido en 752 como el templo central de todos templos budistas de Japón y creció tanto que la capital fue cambiada de lugar de Nara a Nagaoka en 784 por su influencia sobre los asuntos del gobierno. Esta estructura posee el record mundial como la construcción de madera más grande del mundo, aunque la reconstrucción actual de 1692 es solamente dos tercios del tamaño del templo original.
Todaiji o gran templo oriental, es un impresionante templo budista fabricado con madera. Actualmente el templo también sirve como escuela Kegon del budismo .
Este tipo de edificación en madera se conoce como Pagodas, sorprendentes edificios de hasta cinco pisos y que, a pesar de su antigüedad y sencillez en su extructura, son capaces de resistir terremotos que derrumbarían edificios mucho más modernos, ya que la madera tiende a combarse cuando soporta mucha fuerza, pero también es lo suficientemente flexible como para absorbe la tensión sísmica.
La edificación de este complejo arquitectónico, situado en la ciudad de Nara, fue iniciada hacia el año 743. Desde su creación los edificios principales han sido restaurados en distintas ocasiones debido a los terremotos y guerras sufridos en esta zona; la primera de dichas restauraciones se llevó a cabo en el 1180, cuando fueron destruidos durante una guerra. Fueron restauradas por el sacerdote budista Chogen usando un nuevo estilo arquitectónico, denominado Daibutsu-yo. Sin embargo, y de nuevo la guerra, destruyó los edificios principales del complejo en 1567, conservándose, en la actualidad, los edificios reconstruidos en 1709.
Lo más hermoso del Tōdai-ji es la Daibutsu-den, que guarda uno de los mayores figuras de bronce que existen en el mundo. El Buda o Daibutsu mide unos 16 metros de alto, y fué fundido con 437 toneladas de bronce y 130 kilos de oro.
Aunque el Buda es de unas dimensiones titánicas, ya ha perdido la cabeza varias veces por culpa de los terremotos, fenómenos naturales y las numerosas guerras que han asolado el territorio japonés. La estatua que se puede contemplar actualmente fue forjada en el periodo Edo.
El ambiente que hay en la Daibutsu-den y en el templo, en general, es muy animado. Esto se debe en parte a una columna de madera con un agujero del tamaño del orificio de la nariz de la estatua. Dicen que el que pase a través de este agujero alcanzará la iluminación, por lo que niños y no tan niños no paran de intentarlo.
Otras zonas interesantes del Tōdai-ji que merecen la pena visitar son el patio principal y algunas tiendas muy interesantes repletas de souvenirs y cachivaches muy peculiares.
Merece la pena detenerse unos instantes ante una pequeña tienda donde se pueden comprar papeles artesanales y pinceles para practicar la caligrafía. Es una gozada ver como el maestro calígrafo desplaza el pincel con movimientos pausados pero firmes.

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